jueves, 27 de septiembre de 2012

Aquellos exploradores


Buscándose, buscándonos
M. BENEDETTI


1. LA BÚSQUEDA
El algún día frío de Noviembre,
aquel hombre transparente buscaba
algún indicio de la existencia
del lugar donde él se encontraba.

Iban deslizándose una sobre otra
las nubes vacías pero despiadadas.
Hacían despacio el amor juguetonas
 y caía su lluvia fría y templada.

Un perro rabioso perseguía a su cola,
y el caballero huía de su espada.
El futuro perseguía a su sombra
y el poeta huía de su amada.

Seguía lloviendo y aquellos árboles
que, desabrigados, también cantaban,
como el mendigo cuando enseña la mano,
iban tiñéndose de angustia y de calma.

Seguía lloviendo y aquellos zapatos
del revés para encontrar caminaban.
Iban buscando aquella respuesta
al porqué de su marcha forzada.

Pero sólo encontraban sombras, reflejos
de ayer o de un incierto mañana.
Aquel pasado te buscaba en el futuro.
Aquella muerte en la vida te esperaba.


2. EL MAPA DEL TESORO
Aquellos exploradores prosiguieron,
aunque siguiese lloviendo y no viesen nada.
Aquel yo se encaminaba hacia el tú,
y aquel tú se encaminaba hacia el yo,
o eso pensaba.

Esa vez no se encontraron,
Y entonces me perdiste,
y entonces te perdí.

Pero ahora, quiero creer que a veces
tú eres tú,
y yo soy yo,
y entonces dejamos de buscarnos
para tender un puente con las manos,
que ya no son transparentes,
y aquel tú y aquel yo se pierden
aunque por otros motivos,
ya que este nosotros nunca ha sido
un buen explorador.