Estrella mía,
ya se está haciendo
tarde.
Déjame contarte una historia
antes de que se enfríe el día...
Déjame contarte una historia
antes de que se enfríe el día...
Como el anochecer,
se tiñen granates
las fronteras de la deseo-noche,
mientras, elegante,
empieza a aparecer
la solitaria ausencia de colores.
se tiñen granates
las fronteras de la deseo-noche,
mientras, elegante,
empieza a aparecer
la solitaria ausencia de colores.
El Sol se aleja indiferente
cansado de calentar,
y el cielo sangra de amor,
porque le quiere.
cansado de calentar,
y el cielo sangra de amor,
porque le quiere.
Después resucita el corazón-Luna
de su fallecimiento de amor luminoso
y muestra en su estructura
cráteres dolorosos.
de su fallecimiento de amor luminoso
y muestra en su estructura
cráteres dolorosos.
Las nubes se despistan y se pierden
para que las extravagantes compañeras
de la Luna creciente
la iluminen y desaparezca
su sombra negra.
Algunas bailan
y otras fabrican formas geométricas
y juegan y sueñan y cantan.
La Luna las ve graciosas y bellas,
brillando con mucha fuerza,
mientras crece la esperanza
de morirse en una de ellas;
y ellas, las luces traviesas,
ríen y se esconden
en los más hermosos rincones.
para que las extravagantes compañeras
de la Luna creciente
la iluminen y desaparezca
su sombra negra.
Algunas bailan
y otras fabrican formas geométricas
y juegan y sueñan y cantan.
La Luna las ve graciosas y bellas,
brillando con mucha fuerza,
mientras crece la esperanza
de morirse en una de ellas;
y ellas, las luces traviesas,
ríen y se esconden
en los más hermosos rincones.
Y el Corazón de la Tierra
termina por desaparecer,
por encontrar un nuevo volcán,
un astro solar,
una nueva estrella,
muriendo en un nuevo amanecer.
termina por desaparecer,
por encontrar un nuevo volcán,
un astro solar,
una nueva estrella,
muriendo en un nuevo amanecer.
Estrella mía,
ésta es la historia de mi satélite favorito.
Sí, lucecita lejana,
ésta es la historia de un corazón renacido,
de la noche y el día.
ésta es la historia de mi satélite favorito.
Sí, lucecita lejana,
ésta es la historia de un corazón renacido,
de la noche y el día.
(L)
ResponderEliminargracias carmen :)
ResponderEliminarEstá muy chulo! me encanta :)
ResponderEliminarMuchas gracias Carmen y Lucía! A ver si las próximas entradas os siguen gustando!
ResponderEliminarMuy bien mezcladas fotos y poesía y la estructura que hacéis. El comienzo es perfecto, con esa foto y esa primera estrofa de "estrella mía...". Luego la foto del atardecer rojizo tras decir esa frase tan fuerte como "el cielo sangra amor, porque le quiere" te impacta y es justo lo que te imaginas. Luego Bece, cuando leo el resto del poema tengo sensación de grandiosidad, no sé si pretendida. La parte de la Luna y las luces y las formas geométricas me recuerda a esto, aunque en sí, casi todo el poema: http://www.youtube.com/watch?v=XdDJ3N7_ywQ&feature=related
ResponderEliminarY por último, me gusta el detalle de que sólo hablas del día al final y alicia pone una foto de una hierba que parece al amanecer. Me gustáis :)
Muchas gracias Mandril por esforzarte en intentar comprender lo que queremos mostrar al resto :-). Todo vuestro apoyo se agradece un monton!
ResponderEliminarSeguiremos con nuevas sorpresitas!
Muy chulo, me gusta mucho chicos :)
ResponderEliminarMuchas gracias Jose! Un abrazo!
ResponderEliminarMuy muy muy buenas fotografías, junto a un poema acojonante. Buena combinación...Además, si pones la música de Ludovico Einaudi de fondo crea un momento épico jajaja Espero que para primavera pongáis su canción de Primavera, o para invierno la de Nuvole Bianche jajaja Saludos ;)
ResponderEliminarMuchas gracias Peblo por las felicitaciones. Ludovico Einadi es un genio, eso está claro! Si el blog sigue en pie en primavera podrías hacer una entrada dedicada a este tío porque es un verdadero genio.
ResponderEliminarMuchas gracias poeta, espero verte pronto!