Desamparado
en una burbuja desconocida
se retuerce el concepto
Trata de agarrarse
pero todo es resbaladizo.
Observa la nueva realidad,
se refleja en el rocío
de las esquinas de sus jardines,
donde todavía el Sol
no ha secado las telarañas.
Se siente ansioso
Cae intrascendente en el olvido
Abrumado
Por la realidad del suelo que pisa.
Pues pisa barro que se hunde,
cada vez más
y más,
como si le poseyera,
como si no tuviese importancia.
Mira atrás,
y ve que nadie le ve,
porque es distinto e incomprensible.
Nadie se atreve a mirarle.
Es como atrapar un diente de león
cuando ya se ha aliado con el viento.
Ojalá tuvieses un viento
que se aliase contigo,
¿eh muchacho?
Elegiste no ser un cobarde.
Agárrate a eso.
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